miércoles, 11 de febrero de 2009

La Leyenda de Tonchastiles

Cuento popular de Castellar de Santiago
(presentado por Nacho en el Ier. concurso de relato breve de la Villa de Castellar)

Mi abuelo siempre decía que las olivas bien cavadas quedaban hermosísimas y decían mucho de su dueño. Y yo le decia: Es verdad, abuelo, dicen que somos los más tontos del pueblo. Hay que echarles herbicida con un tractor que es aún más cómodo que la mochila. Y mi abuelo me decía:
- Mochila, mochila, mochila... un mochuelo es lo que eres. Si le echamos herbicida nos envenenamos "eluego con el aceite. Y si comemos aceitunas "echás en agua" no mata la herbicida esa ni la barrilla y cascamos como Felipón. Cava, tonto jodío que te voy a dar un pescozón que te voy a "escamochar".
-Abuelo, me duele la espalda. Llevamos más de dos horas haciendo hoyos y no encontramos ni agua ni petrróleo ni nada.
- Cava muchacho y no digas "tontás" que me estás haciendo hervir la sangre!!
- Abuelo, tengo hambre.
-Pues come algo-.Y me comí media docena de magdalenas del molinillo que me dieron un ardor que casi me muero cuando me agachaba.
- Abuelo, tengo ardor. Vamos a parar un poco que el azaón se ha cansado.
- ¿Que tienes "rescoldera"? ¿que se ha cansado el "azaón"? Tu lo que eres es un cacho "méndigo" y no quieres trabajar.
Y acto seguido me tiró un "gasón" a la cabeza.
- Tiiiiiiiira de aquí gandul sevillano o te arreo.
El caso es que ese día me libré de cavar más y me fuí al pueblo a tomarme unas cañas al Porras.Pero mi abuelo volvió a las andadas y otro día me hizo volver a los dichosos "Rubiales". Yo estaba maquinando cómo librarme de la cava y se me ocurrió romper el astil. Así que me ponía a hacer palanca entre los troncones, con las piedras, con todo y nada, que no se partía. En esas estaba cuando se dio cuenta este buen hombre y me dijo:
- No si encima de perro es tonto. Ahora sí que te voy a partir yo el astil yo en las costillas, "Tronchastiles".
siempre tenía una excusa para cavar lo menos posible, pero al final, siempre me tocaba ir, siempre, siempre... hasta el año pasado, que me hice unas pruebas de alergia y me salió "Alergia al olivo".
- ¿Ves abuelo cómo no soy un perro ni nada de eso? es que le tengo alergia a las olivas y por eso no quería ir.
- ¿Alergia? al trabajo es a lo que le tienes tú alergia.
Mira que le dije al alergólogo:
- Especifique usted. Ponga en el volante,"Alergia al olivo y en particular a los Rubiales"
Pero nada, que no me hizo caso y mi abuelo me cree un mentiroso. Bendita alergia, y mira que lo paso peor que el que se tragó las trébedes, pero siempre es mejor toser que no echar el hígado.

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